Carlos Padilla en compañía de Francisco Alarcón En el centro el vate Luis Gilberto Caraballo Freddy Salazar disfruta leyendo uno de los poemas... Dayana Duzoglou
El evento fue reseñado por el Diario 2001 en su edición del 17/08
y Américo Martín presentó la obra
En esta Antología ustedes encontrarán los mejores momentos, los momentos más profundos de la indagación de este poeta:
la relación con Dios y la relación con la Muerte…
Es una peculiar relación, un diálogo casi afectuoso….
Américo Martín.
La obra
Francisco Alarcón (1950 - )
El centaurismo descrito por el filólogo español Don Américo de Castro en la poesía Latinoamérica, está representado por el poeta Francisco Alarcón. Estilo que Don Américo atribuyó a la épica Castellana y que ahora lo vemos prendido en este poeta venezolano. Francisco Alarcón levanta una pared de vidrio frente al paisaje externo, pero sobre todo frente a la humanidad. No lo hace para detener el tiempo ni derrotar los Heraldos de la Muerte, sino porque su vinculación con los demás no suele ser natural ni fácil…… Ante los inocentes es de una generosidad extrema, como si el acontecimiento luminoso se pudiera escapar, y volver todo a la penumbra. Como verdadero poeta no hace concesiones y también se da por entero en su escritura.
El centaurismo lo describe Américo de Castro para la épica castellana como integralismo. Quiso decir el autor de la extraordinaria España en su historia, que pocos grupos como el español se volcaban tanto sobre su obra; se daban tanto a ella. Castro lo expresa "la historia hispánica será desde entonces la pugna entre el individuo y la masa, entre el intento de razonar y la disolución de la razón… El centauro es mitad animal y mitad humano." En el primero está la espontaneidad primitiva en el segundo se supone que la conciencia. Francisco Alarcón encaja perfectamente en el concepto, cuando se entrega por completo a su obra, en lo que escribe le va la vida.
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Cuando gusté su amor lo hice hasta el fondo, me emborraché en el fuego de su vino y me fue tan de encanto su camino que me quede dormido en lo más hondo.
La Venus dibujaba en el plafondo de su ideal palacio sibilino era un sueño fantástico y divino como el de las honduras de Macondo.
Pero seguí en las curvas de su río pidiéndole más bien lo más sombrío que su extensión de luna y azahares,
porque a la luz del éxtasis, tan muda, prefiero en el jardín de mis pesares su luz menos sutil y más desnuda.
A ti en este momento de plena inquietud ocurro en este momento blasfemo de impía conciencia y de retracto adolorido
en este momento de duda quiero saber si es cierto todo lo que dicen de ti en este momento en que no creo en la iglesias repletas de Santos y muñecos vagabundos en este momento en que la suerte del hombre vaga sin rumbo.
A ti que el milagro mutiló en próspero amanecer y Kant con su piedra te surcó y que no lograste alzar tu que hiciste lo que no pudiste tu que inventaste el universo finito e infinito infinito para ti finito para el común.
Dónde te ocultas, da la cara muestra tu bondad en cada acto de la humanidad y no tiembles ante la propia desconfianza que tu mismo no puedes contener descúbrete alguna vez no en esencia etérea para saber quien eres tú, con tu bondad infinita con responsabilidad pagana y sabiduría humana dime por qué te escondes del hombre que has creado
Francisco Alarcón Antología Poética breviario pág. 23
EL TIEMPO
En triste empeño vivo aferrado a ti, mensajero desierto empinado en mirar tus entrañas en el sortilegio de los días
Son muchos los que pasan tus pruebas diarias entre cóleras y arrebatos discípulos indiscutibles de ayer buscando la mano eternamente
La bruja mano que tiende el tiempo y resbala en el escorzo, de la gris esperanza niebla espesa que cuelga en el espejo de los años tiempo opaco, que en desden se retuerce
Mientras yo, tú, invariablemente buscándolo a él en las mejores mañanas, en blasfemas pendencias siempre quiero lo que veo, no al tiempo imperecedero oculto y cancerbero. Genio sutil que nos rodea sin pausa.
Francisco Alarcón Antología Poética breviario pág. 45